Dioooosssss que resaca tengo. Dioooossssss vaya pedo me pillé anoche. Menudo ridículo hice ayer. Bebí demasiado, es la única explicación. O eso o la sangría de las cuevas mezclada con el “pollo cabreado” y los nachos del mexicano (que bueno estaba por cierto, tenemos que repetir Laura) me produjeron algún tipo de reacción química muy potente. Yo he tenido el “puntillo” muchas noches pero lo de ayer era estar borracho en condiciones.
El caso es que anoche (para los que no lo sepan), quedé a cenar con mi amiga Laura y luego nos fuimos a “tomar algo” a “Las cuevas”, con más gente de la universidad y amigos de Roberto. El local está por la zona de huertas y sirven una de las sangrías más fuertes que han bajado por mi gaznate. Y nos tomamos… ¿Cuántas? ¿Cinco jarras? Entre siete personas. Teniendo en cuenta que yo tenía ganas de marcha y que teníamos un juego de estos de “beber por beber”… digamos que yo por lo menos bebí más de lo que me tocaba (y creo que Paloma también pero como es una chica muy dura...).
Pero aunque me lo pasé MUY bien en las cuevas (y las fotos lo demostrarán) a partir de cuando salimos del local me dediqué a hacer el ridículo. Que vergüenza más grande Dios mío. No me había pasado nunca en la vida. Ayer por la noche me quería morir. Bueno, nada que no cure dormirla. Eso sí, el resacón de hoy no me lo quita ni Dios.
Sin embargo, creo que hasta cierto punto era necesario. Tod@s sabéis que he estado muy apagadillo últimamente. Que necesito “reconstruirme”. Bueno, pues no se puede resurgir de las propias cenizas sin quemarse antes hasta los cimientos. Ya lo dice el refrán: Para hacer una tortilla hay que romper algunos huevos. Así que espero que ahora que he tocado fondo (mi orgullo por lo menos me lo dejé ayer tirado en alguna cuneta) el resto del camino sea de subida. Creo sinceramente que ha llegado el momento de sentirme mejor y volver a ser el Joaquín que tod@s queréis (como no hace más que repetirme Noir).
De la noche de ayer también he aprendido algo: l@s verdader@s amig@s son aquell@s que están contigo incluso cuando estás hundido en la mierda. Así que me veo en la obligación de dar las gracias a unas cuantas personas.
Gracias Luis por defenderme. Creo que si no me habrían pegado anoche. Gracias también por darme bastante comprensión y por contarme tus batallitas del Ramiro. De las experiencias de los demás también se aprende.
Gracias Roberto por ser un ejemplo. Aunque a veces seas como un niño grande yo te he visto como un gran amigo y una de las mejores personas que conozco. Aunque pongas cara de malote eres un cacho pan tío. No cambies nunca porque nos devuelves la esperanza en la raza humana (o a la que pertenezcas tú, jejejejeje).
Paloma… que puedo decirte. Me emborrachaste y luego hiciste de mí lo que querías aunque no fueran cosas malas (que lástima!). Ahora en serio: gracias por preocuparte tanto por mi. Gracias por querer que me encuentre bien más que yo mismo. Y gracias por estar ahí haciendo el tonto conmigo y por animarme.
Y por último, pero no por ello menos importante, MUCHÍSIMAS gracias Laura. Gracias por cuidarme, gracias por sacarme a cenar, gracias por ser mi amiga, gracias por quererme (auque no me explique por qué), gracias por verme hacer el gilipollas, sonreírme y hacerme sentir que no importaba tanto, con tal de que yo estuviera bien. En resumen, gracias por ser tan buena amiga. Hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana.
Bueno, pues eso es todo. La verdad es que me he extendido bastante más de lo que quería… pero será que me apetecía escribir, y eso no puede ser mala señal.
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