Tú al igual que tu padre...
A veces me doy miedo a mi mismo. Bueno, quizá no sea miedo exactamente. Más bien aprensión. ¿Por qué? Porque me recuerdo a mi padre. Hoy en el desayuno le he echado la bronca a mi hermano. Realmente era una tontería, y tampoco es que me haya pasado con él (creo) pero me parece que era el momento de enseñarle a tener buenos modales en la mesa. Pero como él no me estaba haciendo ni puñetero caso, me he tenido que enfadar. Y cuando ya estaba enfadado y él ya me estaba haciendo caso, he recordado exactamente la misma situación, diez y pico años en el pasado, pero estando yo en el lugar de César y mi padre en el mío. Recuerdo haber pensado que mi padre era injusto conmigo. Quizá demasiado estricto. Pero ahora lo veo desde su punto de vista… y entiendo sus razones. Y las comparto. Pero no apruebo sus métodos. Ni los míos.
Mi padre es una de las personas a las que más quiero. Toda su vida se ha sacrificado por mí y aunque nunca jamás lo diga, yo sé que mi hermano y yo somos lo que mas quiere en este mundo. Es capaz de cualquier cosa por nosotros. Incluso de tratarnos a patadas si es por nuestro bien. Pero a veces (muchas, según mi opinión) se pasa de intransigente. Es la persona con mayor seguridad en si mismo que conozco, y eso le hace ser genial en ocasiones… e insufrible en otras. Hasta cierto punto me gustaría ser como él. Tener esas reservas que le hacen saber siempre lo que tiene que hacer. Pero no quiero comportarme como él. Quiero ser mejor que él. No quiero que mi hermano, ni mis hijos, ni la gente que no me conozca demasiado bien me tengan miedo. No quiero que me vean como a un ogro. No quiero que piensen que no tengo sentimientos. Pero a veces actúo así. Y de verdad que me revienta cuando me doy cuenta. Y lo evito siempre que puedo. Pero parece una condena para todo el mundo, el tener que parecerse a sus progenitores.
Mi padre es una de las personas a las que más quiero. Toda su vida se ha sacrificado por mí y aunque nunca jamás lo diga, yo sé que mi hermano y yo somos lo que mas quiere en este mundo. Es capaz de cualquier cosa por nosotros. Incluso de tratarnos a patadas si es por nuestro bien. Pero a veces (muchas, según mi opinión) se pasa de intransigente. Es la persona con mayor seguridad en si mismo que conozco, y eso le hace ser genial en ocasiones… e insufrible en otras. Hasta cierto punto me gustaría ser como él. Tener esas reservas que le hacen saber siempre lo que tiene que hacer. Pero no quiero comportarme como él. Quiero ser mejor que él. No quiero que mi hermano, ni mis hijos, ni la gente que no me conozca demasiado bien me tengan miedo. No quiero que me vean como a un ogro. No quiero que piensen que no tengo sentimientos. Pero a veces actúo así. Y de verdad que me revienta cuando me doy cuenta. Y lo evito siempre que puedo. Pero parece una condena para todo el mundo, el tener que parecerse a sus progenitores.
Etiquetas: sentimientos
3 Pensamientos:
No fue censurado. Fue retirado temporalmente para su revisión. Aunque al final no he cambiado nada...
Joaquín te conozco desde hace 3 años, y aunque sé que no soy la persona que mejor te conoce, creo que te conozco lo suficiente para poder comentarte el blog. Si alguna vez piensas o te dicen que no tienes sentimientos o que no eres buena persona créeme que se equivocan. Porque de todos los chicos que conozco y he conocido creo que eres el más cariñoso, más atento y de mis amigos el que sin duda más quiero. Y de verdad que si te dicen lo contrario es porque no te conocen, porque lo que sí podrían decir es que eres cabezota (pero y qué, cada uno es como es) pero creo que va en tu signo zodiacal (;)). Y si César te dice que eres un ogro cuando te enfadas, estoy segura de que por otro lado cuando te mira en todas las demás ocasiones desea ser como tú cuando sea mayor. Lo de César según vaya creciendo irá cambiando el trato porque crecerá y ya no será necesario regañarle, ya lo verás.
Y ya sabes, ¡al que no le guste, que no mire!
Besitos, besitos, besitos, Khutxy.
Se puede cambiar aunque vaya en los genes, ya sabes que hablo desde el conocimiento de causa. Solo es cuestión de autocontrol que nace desde uno mismo. Es cuestión de proponerselo. Pero hay que querer...como todo en esta vida. Y así lo conseguirás, ya lo verás.
Besos.
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