Vida
Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo. Después de nada, o después de todo supe que todo no era más que nada.
Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!". Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!". Ahora sé que la nada lo era todo, y que todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada. (Era ilusión lo que creía todo y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada si más nada será, después de todo, después de tanto todo para nada.
José Hierro
Etiquetas: poesía, sentimientos
2 Pensamientos:
¿Sabes que el escritor de esta poesía es el que dio nombre a la calle donde nos tomamos esas ali-oli tan ricas?
Besitos, Khutxy.
Pues mira, no lo sabía pero dada la conversación, me parece totalmente apropiado y de una carga irónica que roza el pasmo.
Bexox
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