Pensando, me paso el día...

El miércoles, cuando volví a casa de la uni se me acabaron las pilas del mp3 nada más llegar al tren y no llevaba libro. Así que me pasé el viaje pensando, tarea harto dolorosa en la mayoría de los casos.
La cosa es: Qué complicada es la vida... ¿No? Pues resulta que no. La vida es bastante más simple de lo que parece, pero somos nosotros (algunos más que otros) los que la hacemos complicada cuando quemamos demasiada materia gris. Yo personalmente tengo la costumbre de pensar mucho, demasiado, sobretodo en el futuro, en como quiero que sean las cosas, en cuales son mis objetivos. Y claro, me paso de pensar a largo plazo, y luego cuando mis objetivos no se cumplen por cualquier razón y no obtengo lo que quiero, me deprimo.
Así que he decidido intentar pensar menos. No dejaré de hacerlo (jejejejeje) porque entonces no sería yo, pero en vez de pensar... no sé, con un mes de antelación voy a reducirlo a un día... o a una semana como mucho. Voy a dedicarme a pensar en lo que me apetece ahora, no en lo que me va a venir bien después. Voy a aplicar un poco del Carpe Diem, que falta me hace en mi vida.
Y ahí es donde entráis vosotr@s.