Galáctica, Estrella de Combate

La humanidad luchando por su supervivencia, una raza de astutos ciborgs y el viaje a lo desconocido de una poderosa nave estelar son los ingredientes de Galáctica.

Galáctica, estrella de combate (2003) es el remake de la serie de televisión del mismo título de los años 70. La serie, producida por Sci-Fi Channel, es el último de una sucesión de intentos por resucitar la idea original de Galáctica a lo largo de los últimos 20 años. El proyecto comenzó como una miniserie de 3 horas y, tras el éxito de la misma, se decidió producir una serie semanal, que rápidamente se convirtió en un éxito. En estos momentos está a punto de estrenarse su tercera temporada en EE.UU., mientras que en España Calle 13 ha emitido ya las dos primeras temporadas.

Galáctica, como dicen sus creadores, empieza por el final. Empieza narrando cómo hace 50 años los cylons, una raza de ciborgs, se rebelaron contra sus creadores humanos e iniciaron una cruenta guerra. Los humanos de las doce colonias de Kobol (una por cada signo del Zodíaco) consiguieron rechazar el ataque y se acordó que los cylons serían libres de irse a otro lugar de la galaxia para establecerse. Después de aquello, nadie volvió a tener noticias de ellos. Sin embargo, un día regresan por sorpresa y realizan un devastador ataque sobre las doce colonias que, burlando las defensas con asombrosa facilidad, aniquila la flota colonial, arrasa los planetas y deja a la humanidad al borde de la extinción.

Sólo una nave militar consigue escapar del desastre. Se trata de la estrella de combate Galáctica, un poderoso navío militar construido durante la primera guerra contra los cylon. Se trata de un diseño anticuado que, a diferencia de las naves más modernas, carece de sofisticados equipos informáticos, que resultarían presa fácil para unos ciborg como los cylon. Precisamente gracias a esa confianza en tecnología primitiva, el Galáctica consigue sobrevivir al ataque, justo el mismo día en que la nave iba a ser retirada y convertida en un museo.

Encontrándose con que es inútil iniciar una guerra que ya está perdida, el Galáctica reúne una flota con las naves civiles supervivientes y se dirige al espacio profundo.
Perseguidos por los cylon y reducidos a menos de 50.000 supervivientes, los humanos inician una huída desesperada. Además de la amenaza externa de la armada cylon, pronto descubrirán que existen ciborgs con aspecto humano infiltrados en la flota, y que algunos ni siquiera saben que son cylon, con lo que la paranoia se dispara: cualquiera puede trabajar para el enemigo. Los sabotajes se suceden y hacen mella en la ya devastada moral de los supervivientes. Políticos y militares tratan de reconstruir el gobierno de las colonias, pero las relaciones entre ellos resultan bastante tensas, máxime teniendo en cuenta que el Galáctica es la única defensa de la flota colonial, cosa de la que los militares son muy conscientes, y que la nueva presidenta de las doce colonias no es más que una funcionaria del departamento de educación, en la que recae al cargo al morir todos sus superiores dentro del gobierno.

En medio de este caos, dos necesidades resultan esenciales. La primera, encontrar recursos para mantener a una población considerable. La segunda, devolverles la esperanza. Y para ambas cosas, algunos encuentran una respuesta en las sagradas escrituras, que hablan de una decimotercera colonia llamada Tierra y de un éxodo de la humanidad en tiempos difíciles. Aunque muchos miembros de la flota se muestran escépticos, hay otro grupo que resulta inusitadamente religioso: los propios cylon, que, además, parecen tener algún plan para los supervivientes relacionado con la fe. Poco a poco, van apareciendo señales que parecen encajar con las profecías de los antiguos.

Galáctica es una serie apasionante gracias a una serie de decisiones que la apartan de otras obras del género. Para empezar, es bastante derrotista, sobre todo al principio: los cylon ya han ganado, y los humanos sólo pueden aspirar a sobrevivir. Tampoco se limita a situar a los pobres humanos en el lado del bien y a los crueles cylon como malvados, sino que los personajes tienen múltiples matices –hay que destacar lo bien trazados que están en su mayoría, además de estar bien interpretados por actores veteranos- y tienen sus virtudes y sus defectos. Esto nos da un tono realista que se ve reforzado por el hecho de que todo el diseño de la serie nos recuerda a nuestro propio tiempo. Las comunicaciones internas se hacen por teléfono, la gente viste traje y corbata, y los marines usan armas de fuego convencionales. Personalmente, tengo sentimientos ambiguos respecto a esta decisión. Aunque, como ya he dicho, distingue a la serie de otros universos más fantásticos, muchas veces da la impresión de ser un diseño un poco pobre. Esto es tremendamente acusado en el entorno del gobierno, que no tiene ninguna originalidad, con trajes oscuros, estrados para dirigirse a la prensa, guardaespaldas con auriculares, un sistema político calcado del estadounidense y una nave presidencial llamada “Colonial One” con cierto parecido a un 747. Por otro lado, el diseño de la estrella de combate y sus tripulantes está mucho mejor, a pesar de que tiene un aire muy retro en homenaje a la serie original. En cuanto a los cylon, la verdad es que les pesa un poco el diseño arcaico, pero esto se ve compensado porque todos los personajes relevantes son de aspecto humano.

La acción también es bastante realista –a excepción de algunas hazañas del personaje de Starbuck-, con efectos especiales muy logrados y que dan una fuerte impresión de verosimilitud, con naves que se mueven según las leyes físicas y que sufren daños visibles al ser impactadas. La animación de los cylon da la impresión de ser algo más deficiente, pero también es cierto que he visto los capítulos muy comprimidos y, por consiguiente, con una resolución más que mejorable, así que puede ser efecto de la grabación. Hay que destacar que la serie tiene un estilo visual propio, con muchos movimientos de cámara y encuadres inestables que pueden gustar o no, pero que reflejan una voluntad de hacer algo distinto y dinámico.
Como nota negativa, la traducción al español presenta algunas deficiencias. No sólo parecen tener problemas los dobladores para traducir ciertos términos, hasta el punto de dejarlos directamente en inglés -como hacen, por ejemplo, con “fighter” (“caza”)-, sino que, en ocasiones, la traducción de una misma palabra va variando de capítulo en capítulo.

La serie tiene una continuidad casi total, aunque hay capítulos más independientes que otros. No todo son ataques de ciborgs, sino que muchos capítulos se centran en problemas internos de la flota, como organización política, rebeliones, búsqueda de recursos y relaciones personales. Algunos giros de la historia son realmente sorprendentes y algunos personajes nos sorprenderán con reacciones inesperadas, lo que encaja con las personalidades complejas que mencionábamos antes. Poco más se puede decir sin destripar la serie, aunque se pueden hacer algunos apuntes. Tras la primera temporada, el componente místico se hace mucho más presente y da la impresión de que irá a más. Aunque no se da una descripción muy detallada de los cylon y sus orígenes –se está trabajando en una serie que tratará este tema dentro del mismo universo-, poco a poco vamos sabiendo más de ellos y de sus planes, que van mucho más allá de la destrucción de la humanidad.

Lo único que no he podido valorar es la fidelidad al original, ya que, desgraciadamente, nunca vi la serie. Sin embargo, a juzgar por lo que he podido averiguar, la nueva versión se inspira en la original más que limitarse a rehacerla con nuevos efectos especiales, lo que sus creadores han denominado una re-imaginación de la serie. Para aquellos que disfrutasen con la primera, esto puede ser tanto un defecto como un incentivo. Por un lado, se encontraran muchos elementos cambiados, algunos bastante radicalmente. Por otro, tienen una historia nueva que les sorprenderá.

Solo me queda recomendar encarecidamente Galáctica, estrella de combate a todos aquellos que no la hayan visto, porque se trata de una serie excelente, de ciencia-ficción pura y que está disponible doblada, tres cualidades bastante inusuales cuando van juntas.

Género: Ciencia-ficción, drama
País: Estados Unidos
Año: 2003
Duración: 42 minutos (aprox.)
Creador: Ronald D. Moore
Reparto: Edward James Olmos, Mary McDonell, Katee Sackhoff, Jamoe Bamber, James Callis, Tricia Helfer y Grace Park

Por Miguel de Rojas
Publicado anteriormente en "No sólo Rol"