Dios jugando
Tengo varios amigos que os diran que Dios sí juega a los dados (hola Miguel), pero en calidad de Narrador, haciendo tiradas detrás de su pantalla para que nosotros no podamos imaginarnos cuál va a ser el resultado.
Me temo que yo debo opinar de manera distinta. Después de las cosas que he visto, he llegado a una idea personal (que no creencia, que esas no se pueden cambiar).
Mi conclusión, leida en otra parte hace mucho tiempo pero con la que comulgo totalmente, es la siguiente: Dios no juega a los dados con nuestra existencia. Juega al mus. En cualquier momento dado hay por lo menos cuatro apuestas distintas encima de la mesa, Él siempre envida en las que realmente importan y espera a ver qué vas a hacer tú, mientras te mira con esa sonrisa de "sé que cartas tienes".
La cuestión es: ¿Quién es Su compañero? No lo sé seguro, pero mucho me temo que el colega con el que lleva años jugando tiene cuernos, una cola puntiaguda y muy mala uva cuando pierde...
¿A alguién le apetece hechar una honesta partida?
Etiquetas: sentimientos