El final... del verano
¿Qué tal os ha ido todo por aquí? ¿Habéis podido vivir sin mí? ;D
Lo mío no ha estado pero que nada mal. Han sido las III Jornadas de Rol y Videojuegos de Torrevieja. Una semana de cachondeo, playa, videojuegos, juerga y rol no le puede sentar mal a nadie.
Lo malo es que ahora me toca volver al infierno y no, no me refiero a segunda división, sino que a partir de ya me vuelvo a enclaustrar en la biblioteca y probablemente volverán a caer todos los malos rollos sobre mí (me darán ataques de ...itis, algun@s ya sabéis a qué me refiero).
Pero en fin. ¿Qué le voy a hacer? Por lo menos yo he vuelto más relajado, que ya es más de lo que pueden decir algun@s así que...
Nah, así que nada. Es una putada y punto.
En otro orden de cosas, os cuelgo para que veáis una pequeña muestra de los valientes hombres que viajaron conmigo bajo el mortífero sol de levante. De izquierda a derecha son: El valiente (por su contribución en el Silent Hill 2) Ñapas, el letal (y calvo) sniper Cerberus Can, a mi izquierda y arriba el oficial de información Rojas (también conocido como Agente Triple) y debajo de él nuestro siempre inalterable, imperturbable, impávido, inmutable, Passi sin el que nunca hay mayoría.
Un grupo terrorífico. El Equipo A no tiene nada que hacer a nuestro lado.
Bueno, pues ya me dejo de escribir tonterías (que me salen con mucha facilidad) y me pongo a dar el callo. Creo que hoy voy a estudiar con una canción de los 80 titulada “La Vida, qué mala es”...
Etiquetas: sentimientos