La Rana y el Escorpión: Una historia de Bayushi Guwahime
Esta es una antigua historia; una de las más antiguas en realidad. Es la primera historia que aprendí, y voy a contártela ahora.
Se dice que cuando los Hijos del Sol y la Luna celebraron su gran torneo para ver quién gobernaría, Bayushi (el Escorpión) estuvo de pie y observó a sus hermanos y hermanas luchar, mientras vio a Shinsei aproximársele.
Bayushi dijo: "Pequeño maestro, tengo una pregunta para ti."
Shinsei no dijo nada, únicamente se concentró en el torneo.
Bayushi continuó. "Espero ganar el torneo, pero no se si mi estrategia lo logrará."
"Hay más de una forma de ganar el torneo." dijo Shinsei.
Bayushi se sentó cerca de Shinsei y le dijo "Cuéntame."
Shinsei asintió y empezó.
"Hubo una vez una pequeña ranita que vivía cerca del río. Un día, un escorpión que pasaba por allí le pidió a la rana si podía llevarle al otro lado."
Bayushi sonrió. "Conozco esa historia, pequeño maestro."
Shinsei frunció el ceño. "¿Estás seguro?" Esperó un momento, observando aún el torneo.
Bayushi se calló y esperó a que continuara.
"El escorpión le dijo a la rana, "Llévame al otro lado del río." La rana le dijo. "No lo haré. Porque si lo hago me picarás." El escorpión dijo, "No lo haré. Porque si lo hago nos ahogaremos los dos."
Bayushi asintió impaciente. "Sí, sí, he oído esa historia."
Shinsei frunció el ceño de nuevo. "¿Estás seguro?" Esperó un momento, observando aún el torneo. Bayushi se calló y esperó a que continuara.
"La rana vio sabiduría en las palabras del escorpión, así que le dejó subir a su espalda y empezó a nadar cruzando el río. Casi a medio camino, sintió una dolorosa punzada en su espalda..."
"¡Sí, sí! ¡Conozco esa historia!" Exclamó Bayushi.
Finalmente Shinsei se giró para mirar a los ojos a Bayushi.
Bayushi se calló. "Lo siento, pequeño maestro. Por favor, continúa."
Shinsei volvió la mirada hacia el torneo. "La rana sintió el veneno del escorpión fluir hasta su corazón, y mientras se le acercaba la muerte, ambos empezaron a hundirse en las frías aguas."
Shinsei hizo una pausa, pero Bayushi permaneció silencioso. "Justo antes de que su nariz se hundiera en el agua, la rana dijo, "¡Escorpión, ahora ambos nos ahogaremos!" Pero el escorpión sonrió..." Shinsei hizo una nueva pausa y se volvió a mirar a Bayushi "... y le dijo "Pero ranita, yo puedo nadar."
Bayushi se sentaba cerca de Shinsei, su rostro mostraba una aturdida sorpresa. Luego, lentamente, empezó a sonreír. "Comprendo, pequeño maestro."
Shinsei de pronto dió un rápido golpe con su bastón en la boca de Bayushi. Sus labios se partieron y la sangre le salpicó. Bayushi saltó sobre sus pies y puso sus manos sobre su rostro.
"¿Por qué has hecho eso?" dijo a través de sus labios manchados.
"El dolor es la única recompensa del mentiroso. Tu cara me decía una cosa y tus ojos otra. Tenía que recompensar a uno de los dos, así que decidí recompensar a tu rostro mentiroso."
Bayushi permaneció silencioso mientras su sangre goteaba en el suelo.
Y lentamente (dolorosamente) sonrió. Rasgó un trozo de tela de sus ropas, envolvió en él su rostro y se dirigió al torneo... y perdió a propósito.
Luego, volvió hasta Shinsei y se inclinó profundamente ante el pequeño maestro.
Shinsei asintió. "Ahora sabes cómo nadar."
Se dice que cuando los Hijos del Sol y la Luna celebraron su gran torneo para ver quién gobernaría, Bayushi (el Escorpión) estuvo de pie y observó a sus hermanos y hermanas luchar, mientras vio a Shinsei aproximársele.
Bayushi dijo: "Pequeño maestro, tengo una pregunta para ti."
Shinsei no dijo nada, únicamente se concentró en el torneo.
Bayushi continuó. "Espero ganar el torneo, pero no se si mi estrategia lo logrará."
"Hay más de una forma de ganar el torneo." dijo Shinsei.
Bayushi se sentó cerca de Shinsei y le dijo "Cuéntame."
Shinsei asintió y empezó.
"Hubo una vez una pequeña ranita que vivía cerca del río. Un día, un escorpión que pasaba por allí le pidió a la rana si podía llevarle al otro lado."
Bayushi sonrió. "Conozco esa historia, pequeño maestro."
Shinsei frunció el ceño. "¿Estás seguro?" Esperó un momento, observando aún el torneo.
Bayushi se calló y esperó a que continuara.
"El escorpión le dijo a la rana, "Llévame al otro lado del río." La rana le dijo. "No lo haré. Porque si lo hago me picarás." El escorpión dijo, "No lo haré. Porque si lo hago nos ahogaremos los dos."
Bayushi asintió impaciente. "Sí, sí, he oído esa historia."
Shinsei frunció el ceño de nuevo. "¿Estás seguro?" Esperó un momento, observando aún el torneo. Bayushi se calló y esperó a que continuara.
"La rana vio sabiduría en las palabras del escorpión, así que le dejó subir a su espalda y empezó a nadar cruzando el río. Casi a medio camino, sintió una dolorosa punzada en su espalda..."
"¡Sí, sí! ¡Conozco esa historia!" Exclamó Bayushi.
Finalmente Shinsei se giró para mirar a los ojos a Bayushi.
Bayushi se calló. "Lo siento, pequeño maestro. Por favor, continúa."
Shinsei volvió la mirada hacia el torneo. "La rana sintió el veneno del escorpión fluir hasta su corazón, y mientras se le acercaba la muerte, ambos empezaron a hundirse en las frías aguas."
Shinsei hizo una pausa, pero Bayushi permaneció silencioso. "Justo antes de que su nariz se hundiera en el agua, la rana dijo, "¡Escorpión, ahora ambos nos ahogaremos!" Pero el escorpión sonrió..." Shinsei hizo una nueva pausa y se volvió a mirar a Bayushi "... y le dijo "Pero ranita, yo puedo nadar."
Bayushi se sentaba cerca de Shinsei, su rostro mostraba una aturdida sorpresa. Luego, lentamente, empezó a sonreír. "Comprendo, pequeño maestro."
Shinsei de pronto dió un rápido golpe con su bastón en la boca de Bayushi. Sus labios se partieron y la sangre le salpicó. Bayushi saltó sobre sus pies y puso sus manos sobre su rostro.
"¿Por qué has hecho eso?" dijo a través de sus labios manchados.
"El dolor es la única recompensa del mentiroso. Tu cara me decía una cosa y tus ojos otra. Tenía que recompensar a uno de los dos, así que decidí recompensar a tu rostro mentiroso."
Bayushi permaneció silencioso mientras su sangre goteaba en el suelo.
Y lentamente (dolorosamente) sonrió. Rasgó un trozo de tela de sus ropas, envolvió en él su rostro y se dirigió al torneo... y perdió a propósito.
Luego, volvió hasta Shinsei y se inclinó profundamente ante el pequeño maestro.
Shinsei asintió. "Ahora sabes cómo nadar."
El mon (emblema) de la familia Bayushi es un escorpión rodeado de agua, a menudo acompañado del kanji "Puedo nadar".
Extraido de "Secretos del Clan Escorpión"
Etiquetas: curiosidad, friki
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