martes, septiembre 04, 2007

Espadas 101: Falcata y Gladius

La falcata es un tipo de arma blanca, una espada de hierro originaria de Iberia, y relacionada con las poblaciones indígenas ibéricas anteriores a la conquista romana, probablemente desarrollada por las tribus celtas que se asentaron en el norte de la Península. Sus dimensiones son similares al gladius, la espada corta romana, con aproximadamente medio metro de hoja; posiblemente habría influido en los diseños posteriores del gladius, especialmente en el gladius hispaniensis, cuya evolución tendería hasta la característica forma recta de la hoja. De todas formas es posible que esta influencia sobre las armas cortas romanas viniera dada por la espada de antenas, también frecuente en la Iberia prerromana, y de origen celta. Una de sus características más importantes es que en su fabricación se hacía a medida para el guerrero que la utilizaría, en función de la longitud de su antebrazo. Debido a este detalle, es común encontrar falcatas en las tumbas de guerreros celtas.

Gladius es el término romano utilizado para designar espada. Hoy en día se aplica a la típica espada de la Antigua Roma. De longitud aproximada de medio metro (se podian hacer a medida del usuario), hoja recta y ancha de doble filo. Los soldados romanos eran prácticos para matar a sus enemigos: Con hundir la punta de la gladius 5 centímetros en el cuerpo del adversario era suficiente. De gladius deriva la palabra gladiador

Historia
Pese a que la forma de la Falcata sugiere su empleo como arma de filo, la frecuente presencia de contrafilo en los ejemplares recuperados (el filo del borde contrario al filo principal, que ocupa cerca del tercio más próximo a la punta) parece apuntar a que también era posible su uso como arma de estocada.
La calidad del acero que servía para la construcción de las armas hispánicas fue alabada por los cronistas romanos, que quedaron sorprendidos por su capacidad de corte y su flexibilidad, una de las características más estimadas y buscadas en la manufactura de las mismas. El acero se sometía a un tratamiento de oxidación (enterrando las planchas bajo el suelo de dos a tres años) eliminando así las partes más débiles de este. La hoja se realizaba forjando tres láminas y uniéndolas en caliente, de las cuales la central presentaba una prolongación para la empuñadura, desplazada normalmente hacia un lado respecto al eje de simetría de la espada, y con forma de cabeza de caballo o grifo. La empuñadura iba decorada con cachas de hueso o marfil, y solía unir la cabeza del animal a la guarda con una cadenilla.
La hoja presentaba a veces acanaladuras en el filo no cortante, que permitirían aligerar el peso del arma, así como decoración en damasquinado o ataujía, rellenando las incisiones realizadas en la hoja previamente con hilos de plata. Un bello ejemplo de esta técnica puede constatarse en la falcata de Almedinilla.
Como nota curiosa que refleja las bondades de estas armas queda el hecho de que, tras los primeras batallas en la Península Ibérica, se dio la orden a las tropas de reforzar con hierro los bordes de sus escudos, posiblemente para contrarrestar la potencia de corte de las falcatas, muy superior al de las espadas rectas y los sables.

Se cree que las gladius romanas fueron adoptadas de las cortas espadas usadas por los mercenarios celtíberos al servicio de Aníbal, durante las guerras púnicas. El fin del uso de esta eficaz arma -tomada como la mejor espada que jamás haya existido desde el punto de vista práctico y estratégico, y la que más muertes provocó en la antigüedad- fue marcado por el Medio Imperio. Fue sustituida por la spatha, copiada de los bárbaros germánicos.

El machete moderno es muy parecido a la falcata, debido a que la forma se debe a su mayor facilidad de fabricación.

La Spatha era un arma blanca empleada por el ejército romano durante el periodo de decadencia e invasiones bárbaras. Se originó en el siglo I a partir del gladius usado por la infantería, otorgándosele mayor tamaño (70-100 centímetros de hoja) para que pudiera ser usado de forma eficaz por la caballería. Posteriormente (siglo IV) la spatha fue adoptada también por la infantería romana, a imitación de los guerreros bárbaros germanos, que usaban espadas largas y pasó más tarde a los pueblos bárbaros tanto aliados como invasores. A diferencia del "gladius" usado anteriormente, que era sobre todo un arma de apuñalamiento a corta distancia, la spatha al ser más larga y pesada pemitía mantener una mayor distancia con el enemigo y era más de golpear dando tajos, esto refleja el cambio en las tácticas del soldado romano, que durante la decadencia perdió la agresiva búsqueda del asalto cuerpo a cuerpo de épocas anteriores. El modelo siguió usándose en el norte de Europa durante varios siglos después de la caída de Roma, siendo empleado incluso por los vikingos entre el año 800 y el 1100.
Por su forma y tamaño, la spatha es el eslabón evolutivo entre el gladius romano y la espada medieval. La palabra "espada", de hecho, proviene del nombre de la spatha.

Obtenido de "wikipedia"

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2 Pensamientos:

Anonymous Anónimo pensó...

Me ha encantado, porque al menos ésta la he visto en vivo y en directo ¿ verdad ? y ya me pareció sorprendente que tuviese el tamaño del antebrazo del que la usaba...todo un descubrimiento!

Un beso al mejor espadachín, jeje.

1:26 a. m.  
Anonymous Anónimo pensó...

Tanto recordar la resistencia numantina al invasor y fueron espadas hispánicas las que contribuyeron a forjar el Imperio.

"Roma no paga traidores"

1:50 p. m.  

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