jueves, mayo 12, 2005

Capítulo 1: Despertar

Juan estaba cansadísimo. De hecho su primer pensamiento aquella mañana había sido “Dios, otra vez no”. La carrera estaba exigiendo demasiado de él. Otra semana como la anterior y se derrumbaría como un castillo de naipes. Luchaba por no dormirse mientras esperaba pacientemente en el anden de Manuel Becerra. Aquella espera iba a acabar con él un día de estos.
“Tengo que decirle a Elena que quedemos antes. Quizá así no llegue siempre tarde”- reflexionó entre cabezada y cabezada.
En ese instante un tren irrumpió en la estación a toda velocidad. Juan miraba atento las ventanas de todos los vagones, aún a sabiendas de que probablemente el tren iba demasiado rápido como para que él distinguiera una cara. Por fin el tren se detuvo y se abrieron sus puertas. A no mucha distancia, una cabeza asomó desde el interior sonriendo encantadoramente. “Que guapa es”- pensó Juan, no por primera vez. Repentinamente todo el cansancio había desaparecido de su cuerpo y ya no recordaba ninguno de sus reproches. Ella era la razón para seguir adelante. Elena no era demasiado alta, pero sin duda era una mujer en la que todo el mundo se fijaba. Su abundante melena negra le caía más allá de los hombros y sus preciosos ojos verdes producían más de un mareo.
“Hola preciosa”- Dijo Juan mientras se acercaba a su novia. Ella solo le respondió con un dulce beso en los labios.
Pasaron todo el viaje hasta Méndez Álvaro abrazados y diciéndose cosas al oído, en parte porque querían estar muy juntos y en parte por la cantidad de gente que atestaba el vagón de metro.

Etiquetas:

1 Pensamientos:

Anonymous Anónimo pensó...

Buena historia.....

Un beso.

6:51 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home